A tenor de lo visto por ahí -no se me alboroten todavía-, "No America, no jazz" presenta su esperado libro de estilo, unas pequeñas dosis de coherencia con carácter no vinculante.
- Horteradas, las justas. Por recomendación expresa del Ministerio de Sanidad y Consumo, este blog no está pensado para privar al país de su tan ansiada descendencia patria. De modo que, para evitar muertes prematuras por angina de pecho, nada de colores de fuente irritantes, nada de plantillas elaboradas bajo los efectos de experiencias lisérgicas pasadas, nada de animaciones en Flash volando por toda la pantalla… bastantes sustos nos dan ya las facturas del gas y la luz.
- Al pilón con la música y los vídeos intrusivos. ¿Quién no ha sentido el deseo de estrangular al que consideró una magnífica idea que sonara una versión robótica del "Adagio for strings" de Samuel Barber cada vez que visitas su página? No diré más… bueno, sí: para los que, en un arrebato de dignidad humana, hayan llevado a cabo tan loable acto, aducir que el soniquete infernal os destrozó la mejor parte de una balada de Billie Holiday es contemplado como un atenuante por el Tribunal Penal Internacional.
- Las críticas, con humor. Hay que dar cera, que diría Madame Tussauds. Faltaría más, enemigos hay que tener hasta en el infierno, pero dado que no es esto un compendio de pequeñas venganzas, haremos lo posible por encauzar esta vena gruñona y cascarrabias hacia la jovialidad y el buen rollo. Os conmino a ello: una colleja con sonrisa no es menos colleja.
- No es cuestión de enlazar por enlazar. Un buen amigo gusta de decir que los links son lianas y nosotros, Tarzanes de la Red, saltando de hipervínculo en hipervínculo. A lo mejor pecamos de puristas, pero si cada frase remite tres veces a la Wikipedia la lectura resulta un pelín cargante. Aviso para navegantes: conviene enlazar con algo de criterio.
- La publicidad es un tostón. No hay vuelta de hoja: son cuatro los que se hacen ricos incluyéndola en su blog, así que estaréis conmigo en que no tiene mucho sentido dar la vara al personal con algo que no va a pagar mis copas de esta noche. Consideradlo una muestra de respeto hacia los lectores.
- Las fuentes se citan. La informalidad del medio no es excusa para el plagio ni óbice para reconocer el trabajo ajeno. Ya lo decían The Smiths, “if you must write prose or poems the words you use should be your own”, así que si hacemos uso de material externo es más que recomendable nombrar el autor. Hacer las cosas bien no cuesta nada.
- Participación, participación, participación. No nos cansamos de decirlo... ¡vosotros sois “No America, no jazz”!